Llámalo Pureness, llámalo Kiki, llámalo Ruina Caracolera. El último terminal de lujo de Sony Ericsson es uno de los más intrigantes que ha presentado recientemente la compañía, así que cuando nuestros colegas de la edición en inglés recibieron un toque para ir a probarlo, no pudieron decir que no. Si sus rumoreados 600 euros no te han espantado todavía, podemos comentarte que el Pureness es primero y ante todo estilo, dado que no ofrece características avanzadas de ninguna clase (ya dirás tú con una pantalla monocroma y transparente), y encima tampoco es particularmente legible, aunque por lo visto es muy fácil de manejar.
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